Recuerdo cuando los foros de discusión perdían el interés en una internet que se sumergía en el concepto de «red 3.0», la llegada de las redes sociales, el segundo respiro de los blogs y la expansión del microblogging y de los podcast. Ahí, la atención y constancia a generar discusiones poco a poco se fueron diluyendo hasta caer casi en el abandono.
Ahora, un poco de contexto:
Como se lee en mi pequeña biografía publicada en el blog, uno de tantos foros de discusión donde pasé un buen rato, se llama Anim-Arte.com; era una buena comunidad y fue allí, donde un tema se mantuvo en mi memoria (literal), y recuerdo. Se anunciaba que el canal Animax cambiaba su programación para América Latina.
Era 2008.
Dicho el anuncio, la discusión partió de opinar sobre las razones de que Animax no tuviera éxito en nuestra región, hasta que alguien preguntó:
¿Cómo debería ser un canal de anime dedicado para América Latina?
Es 2016.
Fue ahí donde conecté las respuestas a esa pregunta generadas en el thread con una noticia publicada por distintos sitios a mediados de marzo pasado de este año, y del cual me enteré por uno de mis seguidores en Twitter:
Toku en Español: Nuevo canal de anime para América Latina.
Mi seguidor incluía en el mensaje, un enlace a un comentario en particular (borrado, al parecer) y pedía mi opinión sobre tal anuncio. Opinión (que originalmente era un comentario privado), que comparto con ustedes con más detalles, Desde El Palacio Valhalla:
«Cada vez que se toca el tema de un canal o servicio nuevo, siempre he de invocar el resultado de una discusión en la que participé hace años (¡larga vida a los Foros de Anim-Arte.com!) sobre cómo debería ser un canal de anime en cuanto:
- a su fortaleza (oferta),
- sus carencias (según cómo se presente y la penetración en la audiencia),
- sus amenazas (piratería, fansubs, los sitios «-ID», etc.),
- y sus oportunidades (target, estructura de programación, anunciantes).
En aquella discusión del 2008, las respuestas se inclinaron a describir bajo un esquema de oportunidades y fortalezas, en las que se proponían ideas como:
- Un canal con distintos bloques de programación basado en grupos de edad y géneros de la animación japonesa. Donde la vanguardia coexista con los clásicos en cuanto a series y a producciones cinematográficas se dispongan a exhibir.
- Un canal donde se haga presente una distinción a los grupos de edad en consistencia con los contenidos a emitir, desde la generación de bloques específicos (p.e. «el rincón de los oldies», «espacio mecha», the shoujo-side) hasta programas especiales en vivo desde los eventos más importantes de la región y Estados Unidos.
- Un canal que otorgue estrategias de marketing y promoción accesibles a anunciantes de merchandising, con presencia oficial en los países donde se transmita el canal. Éste es uno de los problemas básicos en la permanencia de cualquier tipo de canal.
- Un canal «cuyo servicio de streaming posea una imagen atractiva para el público, un sistema de ventas accesible y una calidad en subtitulado a la altura de sus consumidores.»
Al tiempo que se hacía presente una cantidad no poca de amenazas y carencias que podrían mermar (con antecedentes) el tiempo de vida de un canal:
- Tomando en cuenta que la televisión abierta en algunos países prácticamente ha descartado contenidos y que, en el caso específico del mío (México), dudo que tengan contemplado adquirir un espacio en el espectro radioeléctrico para permanecer en el espacio abierto, la televisión por cable y servicio por streaming serían los espacios donde tendrá presencia el canal. Eso restringe hasta cierto punto la penetración y alcance en la audiencia, tomando en cuenta que el consumo legal de tales productos es muy pequeño.
- Tal consumo potencial ha sido mermado por más de una década por distintos factores: La piratería de contenidos y los que integran hoy los grupos de fansub, donde muchos han olvidado una de las máximas: «Contenido que se licencie en tu país, contenido que debe ser detenido.» Así, Crunchyroll, cuando llegó a nuestra región en 2012 gracias al respaldo de MCAnime, ésta eliminó contenido de cientos de fansubs que otrora, publicaban en su espacio, debido a que varios de los títulos que tenían ya estaban licenciados por la empresa de streaming en nuestra región.
- La oferta de eventos, distribuidoras, editoriales y prestadores de servicios generados alrededor del medio para explotar en señales de televisión es prácticamente nula desde una perspectiva de grupo. En el caso de los eventos (punto en común del fandom) los presupuestos se inclinan por obtener la ganancia fácil (invitando cosplayers y entertainers extranjeros), dejando a su suerte o en una miseria de atención, su deber por promover a sus expositores con presencia legal. Mientras que en el caso de quienes ofertan contenidos y productos legales relativos al entretenimiento asiático en nuestro país es en proporción muy pequeña en cuanto a oferta, pautas y consumo real (se contabiliza en promedio, alrededor de 10 mil suscripciones para Crunchyroll en México, un mercado cuyo evento principal, según las estadísticas que promueve, «duplica esa cantidad sus 3 o 4 ediciones al año «-sumados, resulta un número entre 100 mil a 120 mil asistentes-).
Claro, claro.
Si se quiere llegar con la espada desenvainada a este mercado, lo más obvio sería mantener como tu vanguardia el presentar franquicias que tengan un éxito seguro, para empezar, y después podría venir todo lo demás.
Aunque «eso más» ya implican decisiones corporativas donde el consumidor casi no interviene, una buena visión de negocio es asegurar con la vanguardia, consolidar con lo conocido y mantener la constancia entre el flujo de anunciantes, además de convenios con los sistemas de cable de los países de la región.
Ahora, a esto le añadimos el formato de simultaneidad de emisión con Japón, con el plus de shows en TV cerrada o por streaming con sus respectivos beneficios (algo que Crunchyroll en nuestra región puso en marcha, aunque lamentablemente ya no le ha dado seguimiento, y propuestas dedicadas quedaron en el franco abandono), y de la venta de licencias de contenido, merchandising y patrocinios, podríamos asegurar que aquél canal tendría una buena salud y longevidad al aire.»
Agregado a lo anterior, para el caso de mi país, también ayudaría que eventos y facilitadores de contenidos pudiesen llegar a un acuerdo para traer autores manga o involucrados directos con la industria (tanto en sus espacios como por televisión abierta/restringida), ya ni digamos los del momento o los más populares en el mercado japonés (o en el nuestro), partiendo de un estudio de mercado financiado por todos los involucrados donde se compartiera en público lo que más vende… en otras palabras, una coordinación entre eventos punteros con editoras manga o distribuidoras de anime legal.
Ah sí, olvidé que ese tipo de datos que comparten las editoras en otras partes del mundo, aquí son algo menos que secretos de estado y por tanto, espacios como éste no podrían incluirlos en sus contenidos.
Actualmente aún no se sabe cómo ni cuándo en específico, llegará el canal. Termino mi entrada con una confesión, y una invitación: No hace muchos años pensaba que todavía podía tener presencia la animación japonesa en la televisión abierta de mi país. Con el paso de los años esa idea acabó por morir, en gran parte, por las razones que están citadas a cierto detalle en la respuesta que le dí a ese seguidor de Twitter.
Pero, si quieren el dato duro y franco, les invito a que escuchen este episodio de la Ensalada de Otakus donde, se esclarece la pregunta que muchos o cuya respuesta han elegido ignorar, ya sea de forma cautiva o deliberada, inventando las teorías más locas y recomendando sin pensar en todo esto que les comparto:
¿Por qué ya no se transmite anime en la televisión mexicana? (a partir de 1:08:45).
Nos seguimos leyendo.
Anexo 1: Dejando ya clara la tendencia de los espacios dedicados a la emisión de animación, cine y otros contenidos de Asia, es entendible que esquemas de negocio y proyección como la que ha echado andar Toku (y por extensión, plataformas como Netflix, Hulu y Crunchyroll) en los Estados Unidos, hayan permeado en una nueva forma de relanzar contenidos y espacios otrora conocidos, como es el caso del canal Locomotion y su «Team Loco», el cual anunció hace algunos meses su intención de volver a tener presencia en la región:
Anexo 2: Añadí un punto más a las atenuantes para tener un canal dedicado al anime en México y, si aplican, al resto de la región. Aparecen resaltadas en rojo.
Anexo 3: Añadí un punto a las fortalezas, cortesía de Sensei Swagger desde su fanpage homónima. Aparece resaltado en azul.
Información Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: Desempolvamos (de nuevo) otra respuesta (la cual nutrí con contexto y más detalles) que di hace poco, sobre la posible presencia de un canal de anime para América Latina.
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[…] aproveché el momento para relanzar una vieja entrada del blog sobre la opinión de varias personas, sobre la posibilidad de existir un canal dedicado anime, además de publicar un breve […]
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